La profecía decía que después de 5 días de lluvia sin fin, se alzaría una nube azul que cubriría todo el firmamento y de ella se condensaría quien traerá la unificación de las criaturas de la tierra.
Nacida de la condensación de la nube azul; Mizusu la slime que llego a traer paz a una tierra que no la necesitaba, llena de ilusión y ganas de aventuras; creció una vida normal como cualquier otro Slime.
Siempre causando problemas desde que era un pequeño retoño de lágrima, Mizusu buscaba las aventuras que por derecho debía vivir. Una noche cuando la constelación de acuario brillaba en lo más alto del cielo, Mizusu desde lo más profundo de su alma pidió un deseo: “Por favor estrellas en lo más lejos del cielo, ayúdenme a encontrar la vida que se me prometió o al menos quítenme este aburrimiento que me aflige todos los días”; Mizusu al ver que nada pasaba, con dos lagrimas cayendo se resigno a vivir una vida como la de cualquier otro ser en la tierra. Pasaron los años y Mizusu creció, aún tratando de vivir su pequeña aventura un día decidió salir de viaje en busca de aquello, viajaba de reino en reino aprendiendo cosas nuevas de cada lugar que visitaba, encontró una profecía que parecía completar la del reino de donde ella vivía. Una chica con apariencia felina le dijo que debía ir al lago a 3 días del reino, ahí encontraría lo que buscaba.
Mizusu emprendió camino hacía el lago, llegando ahí buscó durante tres noches y dos días, tras mucho tiempo buscando decidió dejar de buscar y observar su reflejo en el agua del lago, cuando estaba a punto de ponerse de pie y regresar a su reino natal, el reflejo de un objeto con forma de gota de agua que flotaba sobre una hoja en el lago, llamó su atención, decidió tomarlo y llevarlo de recuerdo de la vida aburrida que deberá llevar para siempre.
Lo que Mizusu no sabía es que aquel adorno de cabello provenía de la profecía del reino donde se encontraba. “Una noche la doncella de azul llorará a las estrellas y de su pesar se forjará el instrumento que la llevará con su destino”. En el momento en el que Mizusu tocó el adorno de cabello todo se puso negro y de un momento a otro Mizusu despertó en un lugar que nunca había visto más solo escuchado las historias de viajeros con lo que se encontró en su camino.
Mizusu rápido se dio cuenta que ya no estaba en casa, es más ya no estaba en la tierra de donde ella venía. Haciendo caso a las historias de los viajeros, rápidamente tomó apariencia de una edad accesible para la sociedad; todo era nuevo para Mizusu pero con el tiempo aprendió de los humanos, descubrió que el lugar en el que se encontraba era España y habían muchos lugares nuevos por conocer. Consiguió un lugar para vivir, pues en esta tierra no podía vivir de aventurera, sin embargo, Mizusu no se quejó pues estaba viviendo la aventura que tanto quería y aún más que eso, en un lugar completamente nuevo, su objetivo ahora sería descubrir como regresar a casa. Un día investigando descubrió el término “isekai”, pensó que podría haber una forma de regresar, al pasar la página de la historia que estaba leyendo encontró una carta dirigida a ella, en el sobre de la carta se encontraba dibujada la constelación de acuario, en el momento en que la vio, recordó la profecía y entonces entendió que traer unificación a la tierra tal vez no se refería a las criaturas de su tierra e incluso no solo a la de una sola tierra, Mizusu emocionada se dirigió al lugar que marcaba la carta, pues ahí se encontraría su destino.