Cuando somos niños nuestros padres suelen contarnos historias para dormir, historias para pasar el rato e incluso historias para asustarnos y siempre nos preguntábamos si esas historias serán realidad, pero tal vez la pregunta correcta sería, ¿nos encontramos en la realidad o solo somos una historia más?; esa es la pregunta que su madre siempre le hacía a Kurone, una niña normal como cualquier otra que le gustaba escuchar historias antes de dormir.
Para la edad en la que Kurone aprendió a leer, su madre ya había fallecido sin motivo aparente, Kurone triste por la muerte de su madre decidió ser como ella una gran escritora de libros para repartir felicidad a niños que lo necesitasen, habiendo tomado aquella decisión se adentró al estudio de su madre y en el escritorio encontró un libro abierto con una pluma negra azulada, tomó la pluma de su madre y comenzó a leer el libro mientras sostenía la pluma, esta historia era nueva, su madre nunca se la había contado pero de alguna manera el contenido se le hacía tan conocido, hablaba de una mujer que llegando casi al final del libro se mencionaba que se hizo madre de una niña con un cabello negro azulado como si de plumas de cuervos se tratasen; al momento de llegar al final del libro, este no tenía fin pero si tenía una corta frase escrita en medio de la página en la que decía- “Lo siento hija mía, perdón por no poder explicarte más. Adiós te quiero mucho Kurone”- en el momento en que Kurone leyó su propio nombre, todo a su alrededor comenzó a tomar color del papel del libro, Kurone asustada metió la pluma en el libro, lo cerró y abrazó muy fuerte, el color papel poco a poco se acercaba a Kurone y en ese momento recordó algo que le dijo su madre antes de morir, “sé que te gusta jugar fuera de la casa, pero solo prométeme que nunca entraras al bosque de noche”.
Al estar asustada y no recordar nada más lo único que pudo hacer fue salir por la ventana y correr hacia el bosque, corrió tanto como pudo con libro en brazos sosteniéndolo tan firme y fuerte como si su vida dependiera de ello. Kurone corría y corría sin siquiera saber si el color papel aún la perseguía, cada vez más adentro del bosque, cada vez más oscuro y sin luz, comenzó a temblar el suelo por el que corría pero ella no se detenía hasta que llegó el momento en el que se cansó de correr y cayó rendida en rodillas, miró hacia atrás y vio que el color papel ya no la perseguía, dejó salir un gran suspiro de tranquilidad, sin embargo, ahora no sabía dónde estaba, solo estaban ella el libro y el sonido del graznar de los cuervos que la rodeaban, tratando de entender que era lo que sucedía decidió mirar nuevamente el libro, sin embargo, este se encontraba casi vacío, nada más las primeras páginas contenían escritos que relataban la vida de Kurone hasta el momento, confundida recordó la pluma pero está ya no estaba, cerro el libro de golpe y esto asustó a los cuervos que la rodeaban, se fueron volando dejando caer muchas plumas negras azuladas como la que se había perdido, Kurone intentó agarras una de las plumas que caían lentamente pero en el momento en el que ella la tocó sintió un ardor en el brazo izquierdo, se dio cuenta que tenía la misma marca que tenía su madre, la constelación del cuervo, en el momento en el que dejó de quemar el brazo, recordó la pregunta que siempre le hacía su madre cuando terminaba de leerle un cuento- “¿nos encontramos en la realidad o solo somos una historia más?”- Kurone al recordar esto, apretó con más fuerza el libro entre sus brazos, pues al fin había comprendido todo.
Decidió caminar por el bosque en la búsqueda de ayuda, Kurone estaba confundida y asustada, poco después de deambular por el bosque una luz cegadora proveniente de una linterna apuntó su rostro, una pareja de ancianos que pasea por el bosque la encontró, Kurone sintió tanto alivio que se desmayó. La pareja se la llevó consigo y después de dormir un día entero Kurone despertó, trató de explicarle a la pareja de ancianos lo que pasó, pero ellos pensaron que tal vez el shock de la verdad la llevo a recordar esta historia y olvidar el resto.
Pasaron los años, la marca de la constelación desapareció y Kurone creció en la casa de los ancianos que la acogieron viviendo una vida normal ya casi habiendo olvidado todo lo que había pasado, un día en la misma fecha en la que los ancianos la encontraron y fijaron como su cumpleaños, el brazo izquierdo de repente comenzó a arder y la marca de la constelación del cuervo regresó y con ella la transformación del mismo brazo en un ala de cuervo. Kurone recordó todo, buscó y encontró el libro, lo leyó y efectivamente todo lo que paso durante esos años estaban escritos en el libro, decidió descubrir el misterio tras el libro pero no sabía dónde comenzar, ese mismo día recibió una carta con la marca de la constelación del cuervo, ahora con su primera pista era momento de conocer este mundo, descubrir el secreto, almacenarlo todo en el libro que lo comenzó todo y entender si podría regresar a su hogar o sí esta es una historia más que se debe terminar.
Desde el momento que Kurone llegó a moshon academy, no perdió el tiempo, comprendió el potencial y las posibilidades que le proporcionaba la academia, desde el primer día comenzó a usar las instalaciones para continuar con su busqueda, su investigación sobre la verdad, su verdad, poder responder a preguntas como quien era, porque era y cual sería su propósito.
Conoció a las primeras 3 constelaciones, enseguida los agarró mucho aprecio, de cierto modo para ella, eran chicas que estaban destinadas a conocerse, se volvieron grandes amigas, ella por su lado más que amigas las vió como su hermanas quienes siempre debería de cuidar.
El día que conoció a Nicolás, estos entraron en gran confianza pues tenían humores muy similares, Nicolás le contó a Kurone en confianza que Moshon academy se creó con la intención de contener anomalías extraordinarias del universo, al principio este lugar parecía una prisión pero cambió todo después de recibir a su primer prisionera, fue bastante problemática su contención e incluso logró escapar, los de más arriba entendieron que no estaba bien llamarlos anomalías, después de todo eran seres vivos, “lo bueno es que lo entendieron a la primera” dijo Nicolás, añadió: “una de las cabezas, el ahora director Jogito, con su gusto por la tematica colegial propuso convertir esto en una academia, los demás no estaban de acuerdo, entre discusiones se terminaron separando y ahora estamos el y yo de momento”, “pues muchas gracias por el contexto, pero que tiene que ver” respondió Kurone, a lo que Nicolás replicó: “esto te lo cuento porque bueno estás un poco perdida con tu búsqueda y quiero ayudarte, debes saber que eres especial, tu y las demás representan una constelación y estas constelaciones poseen una habilidad única que se manifiesta en su portador o portadora, dime alguna vez has escrito es ese libro tuyo”- “Sí pero no ha pasado nada” respondió Kurone.
“Intenta hacerlo con una de tus plumas, escribe como si de un cuento se tratara, algo como – y de repente la lampara encima de la cabeza de kurone se transformó en una manzana y cayó en las manos de kurone” dijo Nicolás.
En el momento en el que kurone terminó de de escribir en el libro, de repente la lámpara encima de la cabeza de kurone se transformó en una manzana y cayó en las manos de kurone, kurone asombrada no sabía que decir, Nicolás le reveló que su poder era la alteración de la realidad, ahora Kurone al menos sabía porque tiene un libro con su nombre, este no solo contaba su vida sino que también podía escribirla, emocionada Kurone tenía mucho que probar con su habilidad recién revelada, Nicolás se despidió y ya se estaba marchando pero antes de irse le dijo, “algo sí te adelanto, hay leyes en el universo que son inalterables” a lo que Kurone respondió “a ver si no es una ley que pueda quedarme con tu puesto de profesor” ambos rieron.
Kurone se había hecho mucho de querer por el grupo, en especial de Lincy, que aun no le había revelado la verdad; Lincy al querer mucho a kurone ya no podía aguantar el peso sobre lo que le había hecho, aprovechó un momento en el que estaban solo las dos para contárselo, le contó que ella le había robado el libro a su madre y que por su culpa ella terminó muriendo y que además fue ella misma quien escribió al final del libro la frase de “Lo siento hija mía, perdón por no poder explicarte más. Adiós te quiero mucho Kurone” y que lo hizo porque en su momento le parecía gracioso decirle que las últimas palabras de su madre no fueron de ella sino de Lincy y por lo tanto una mentira. Kurone al escuchar todo esto, se quebró en llanto y salió corriendo, se encerró en el salón de las constelaciones, entre llanto de tristeza, de furia, de frustración, de impotencia, con la mente nublada y en un arranque de ira escribió en el libro “Lincy desapareció de la faz del universo”, enseguida se dió cuenta de su error, quiso borrarlo incluso tacharlo pero ya estaba escrito, kurone salió corriendo en busca de lincy al entrar a la clase de donde salió huyendo, yacía Lincy llorando por la culpa y por el daño que había causado, kurone aliviada la abrazó y con la calidez y gran amor de una hermana mayor, kurone le dije que eso ya es pasado, no se puede hacer nada para cambiarlo, lincy llorando dijo que incluso intentó volver para cambiar las cosas pero no pudo, y se dió cuenta que el poder de una constelación no puede interferir con otro; kurone la abrazo más fuerte y le dijo, no podemos hacer nada solo queda mirar adelante, tal vez ya no podamos borrar el pasado pero si escribir nuestro futuro, que te perdone no significa que no esté dolida, también debes cargar con el peso de tus acciones y seguir adelante por ti, por mi, y por todos los que dejamos atrás, de pronto la puerta del salon se abre y entran corriendo las demás chicas con ojos llorosos a abrazarlas, Nicolás desde lejos miraba conmovido la escena.
Recuerdos como estos y momentos como en el que la profecía de mizusu se cumplió, donde kurone conoció a las pesadillas, en especial a una de sus integrantes que resultó ser su madre, se los lleva kurone en su corazón, es momento de que ella parta de moshon academy, ella se va viendo que el libro que lleva en manos con su nombre escrito en la portada, tiene muchas más páginas por ser llenadas, esto queriendo decir que dejar la academia no es más que el final de un capitulo y que aún queda mucho por ser escrito.
Desde la ventana de este despacho veo como se va caminando con determinación y sin miedo de lo que venga después, se lleva muchas buenas experiencias, muchos buenos recuerdos y se que a donde sea que la tinta de su pluma la lleve, siempre habrá un koraki que le recuerde que no está sola.